LA IMPORTANCIA DE UN UNICORNIO EN EL MUSICAR


“Me llamo Priscilla Ugalde Green. Soy estudiante de tercer año de la carrera Enseñanza de la Música en la Universidad de Costa Rica (UCR). En mi segundo año de carrera, realicé lo que en Proyecto Musicar llamamos “mediación musical”, con un grupo de niños y niñas de aproximadamente 4 años, en el Centro Infantil Laboratorio (CIL) de la UCR. Proyecto Musicar tiene una alianza de colaboración de varios años con este centro, y los y las estudiantes que deseen tener experiencia como mediadores(as) musicales allí tienen una importante oportunidad.

Pero, ¿en qué consiste una mediación musical? No es una clase de música donde se va a enseñar a leer y ejecutar música y donde a una la supervisan si es capaz de controlar la “disciplina” de las personas. Tampoco es un encuentro en el que la persona docente es considerada la única que sabe y conoce, mientras que los y las estudiantes tienen el rol pasivo de recibir información. Es una sesión donde se interactúa musicando, en la que docente y estudiantes se hallan en una relación horizontal, y ambas partes aprenden una de otra. En este esquema es importante el contexto de cada estudiante, o sea, de dónde viene, cómo vive, con quiénes se relaciona, qué le gusta y qué no, y qué puede necesitar. La mediación no se lleva a cabo necesariamente en un aula; puede ser en la casa, un parque, y puede ser tanto individual como grupal.

Cuando decidí realizar mi mediación musical en el CIL sentía mucha emoción, pero también mucho miedo, porque nunca antes había trabajado con niños. Tenía miedo de que mis ideas no fueran divertidas, y de que yo no fuera capaz de ser suficientemente creativa para que los chiquillos no se aburrieran. Tenía temor de no  cumplir con las expectativas de los demás y ser un fracaso (a pesar de que de los errores se aprende). Me empecé a complicar la existencia y a quebrar la cabeza pensando en actividades chivas para ellos con las que se sintieran realizados… pero nada. Estaba en blanco. Hasta que me puse a hablar de esto con mis compañeros y entre todos nos ayudamos con ideas. Ahí me di cuenta de que yo no era la única que nunca había trabajado antes con niños, por lo que me sentí un poco aliviada. También, preferí hacer mi mediación con un compañero –Danilo— porque me asustaba tirarme al agua sola por primera vez.

Desde el inicio de esta experiencia empecé a aprender muchas cosas: Me di cuenta de que la experiencia en la vida real es totalmente diferente a como la pintan los libros de texto, las lecturas y muchos profesores de la U. La teoría no siempre es igual a la práctica. Al final, caímos en cuenta de que no necesitábamos hacer algo muy complicado o sofisticado,  sino que debíamos buscar algo que fuera cercano a ellos y ellas y a su realidad, para que se conectaran con nosotros. Y entonces decidimos utilizar  animales como ese algo. En la primera mediación, desde el momento en que les empezamos a hablar sobre los animales, se emocionaron mucho y colaboraron muy bien con la actividad, que consistía, a grandes rasgos, en preguntarles si les gustaban los animales (¡la pregunta del millón!). Comentaban cuáles eran sus animales favoritos  y luego imitaban los movimientos y sonidos de estos animales.

Para la segunda sesión de mediación, yo estaba más tranquila, pero estresada, porque decidimos componerles una canción sobre sus animales favoritos, para que pudieran moverse como ellos. Según se movían los animales, así recurríamos a diferentes velocidades. Una niña dijo que su animal favorito era el unicornio, y para que ella sintiera que de verdad le pusimos atención,  lo incluimos en la canción. ¡Su bagaje y contribución al grupo son importantes! Personalmente, al final de la experiencia aprendí que para que una mediación sea un éxito, lo que importa es hacer a los estudiantes felices, y esto se logra al quitarnos de la mente la idea de que debemos imponerles lo que nosotros pensamos que es lo que realmente necesitan, sino más bien centrarnos en lo que a ellos les motiva e interesa.

Les invito a ver nuestra segunda sesión de mediación musical en vídeo, haciendo click aquí (Nota: Se filmó este vídeo con autorización de padres, madres, o personas encargadas de los niños y niñas). Nos preguntaron que cuándo íbamos a regresar. Esto para mí significa mucho y debe ser una muy buena señal…”