LA CLASE DE GUITARRA (cuarta parte y final)


Todas las personas tienen conocimiento musical y pueden musicar (Principio no. 4 del Musicar)

Julio es esposo, padre, y trabaja como mecánico. Vive en un cantón agrícola al sur de San José, capital de Costa Rica, el cual cuenta con una población de poco más de veinte mil habitantes. Julio toca la guitarra, canta, y se acompaña a sí mismo con este instrumento. Su música favorita es la trova, aunque también le gusta la música clásica, pero quiere explorar más géneros musicales.

Julio aprendió a tocar por su propia cuenta. No ha desarrollado técnicas de estudio, lectura de notación musical u otros conocimientos teóricos de música. Esto no fue obstáculo para que Julio decidiera cultivar su pasión por la guitarra como estudiante de Paulo Mora Segura, guitarrista participante de Proyecto Musicar, oriundo del cantón donde vive Julio.

En las clases, Paulo parte de que cualquier persona es capaz de hacer música, y Julio es un claro ejemplo de ello. Él logra hacer música sin necesidad de ciertas herramientas y conceptos  musicales formales de la academia. Paulo dedica tiempo para conversar acerca de lo que las músicas, sean clásicas o populares, significan para Julio y para él, enriqueciéndose mutuamente. Paulo también le propone probar técnicas que Julio puede practicar en los ratos libres, para mejorar el desempeño de ambas manos al tocar.

Han iniciado a trabajar en lectura musical por iniciativa de Julio, motivado por la interacción que tiene con su joven hijastro, quien estudia el saxofón de manera empírica y utilizando la notación. Cuenta Paulo: La lectura, le he explicado yo, es una herramienta útil para la conservación de la música y su interpretación, mas su ejecución adecuada no asegura que se toque música apropiadamente.

Julio ha hecho arreglos propios para poder tocar con su hijastro en ambientes de socialización y festividad donde les contraten. Claro está, no se deja de lado su intuición y oído musical, que constituyen su bagaje musical más antiguo e importante.

Paulo nos da un ejemplo de cómo trata de adaptarse al tiempo y ritmo de Julio: Le he pedido que juegue con los acordes para que toque una pieza (por ejemplo, una canción de Silvio Rodríguez), escuchando qué considera le suena mejor, para que me cuente sus ideas en la clase siguiente. 

Paulo es consciente que no tiene sentido colocarse en una posición autoritaria para ser un buen docente: Tomo en cuenta su opinión y le aclaro dudas que tenga, me comporto de manera amigable, trato de no imponer mis gustos, ni desvalorizo así su música. 

Las interacciones entre Paulo y Julio nos ayudan a ilustrar un Musicar que enseña, evalúa, y gratifica al aprendiz según su bagaje e intereses, en lugar de basarse en juicios de valor de docentes, padres y madres, o autoridades en la tradición de música de arte. El Musicar que nos interesa en Proyecto Musicar pretende empoderar al musicante para que dirija sus procesos de aprendizaje y socialización.

Vea y escuche a Julio contar lo que significa hacer música por medio de  la guitarra, en vídeo, haciendo click aquí.

Nota: Julio autorizó la filmación de este vídeo para ser difundido por el Observatorio del Musicar

¿Cuántos musicantes como Julio conoce usted y qué puede aprender de ellos? ¿O es usted uno(a) de estos(as) musicantes?

Haga click aquí para leer “La clase de guitarra (primera parte)” .

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