CANTAR A PARTIR DE QUIÉNES SOMOS EN NUESTRO CUERPO Y EN EL MUNDO (Segunda parte)


A menudo en las clases y capacitaciones del Observatorio del Musicar, recurrimos a textos culturales, como las obras de arte visual y literario, y los filmes, para analizar el musicar de personajes históricos, ficticios, o reales. Luego conjeturamos: ¿Por qué?, ¿Para qué?, y ¿Cómo? del musicar propio y de las personas con que nos encontramos día a día. En esta ocasión, les recomendamos hacer este ejercicio con las historias plasmadas en dos comedias francófonas recientes, que tratan el musicar de dos mujeres de época, edad y clase social muy diferentes: La Familia Bélier (2014) y Madame Marguerite (2015).

En La Familia Bélier, Paula, de 16 años, vive en una granja de quesos, en un pueblo, con sus padres y hermano sordos. Se encuentra ante el dilema de aventurarse hacia París para participar en un concurso de canto y eventualmente iniciar una carrera, o continuar apoyando y atendiendo las necesidades materiales y de comunicación de su familia, mientras también se siente interpelada por sus propias necesidades sentimentales. Por su parte, Marguerite, una filántrópa, acaudalada dama de la sociedad parisiense de los años 20, persigue su amor por el canto y quiere compartirlo con los suyos y con el público, a pesar de que nadie ha tenido el valor de decirle que canta muy desafinado.

Ambas personajes comparten un amor inmenso por la música, con el que tal vez usted pueda identificarse. También tienen en común que un encuentro con un maestro marca su camino. En el caso de la joven Paula, a pesar de que su maestro –el director de coro del colegio— recurre a los repetitivos y exigentes métodos del modelo conservatorio, le advierte desde el inicio que si ella no se conecta con su yo interior, no será música lo que haga con su voz. Si bien el maestro acierta en ese sentido, se muestra incomprensivo ante las típicas circunstancias que alguien como Paula enfrenta a esa edad. En el caso de Marguerite, el maestro –un decadente cantante de ópera—, decide no ser honesto con su alumna porque se le paga considerablemente bien por las clases. Más bien se dedica a recetarle los viejos trucos y fórmulas del conservatorio a la ingenua Marguerite, quien, como es de esperar, no logra cantar correctamente. Marguerite, sin embargo, vive las fantasías de su propio mundo, a pesar del engaño de todos que le rodean, y pagará un precio muy alto por ello.

Desde la perspectiva del Musicar, los dos maestros parten de lo que creen que toda persona debe saber y aprender, sin previamente conocer las motivaciones profundas de ambas mujeres o lo que cantar significaba para ellas. ¿Le suena familiar? ¿Cuán a menudo damos clases y una y otra vez recetamos las fórmulas del cómo se hace la música, sin antes haber explorado lo suficiente con quién tratamos y cómo es el mundo musical de esas personas que confían en nosotros como maestros(as)? Lo interesante para nosotros(as), dentro de esta perspectiva, es que lo que motiva a ambas cantantes para tomar sus decisiones y emprender un camino propio reside muy dentro de ellas, y en sus propios términos, y permanece inalcanzable para el maestro “que lo sabe todo”. No tiene que ver nada con la definición de música, ni con la técnica vocal. Tiene que ver con quiénes son ellas en su cuerpo y en el mundo.

¿Sabe usted quién es usted en la música, en su cuerpo y en el mundo? ¿Sabe por qué canta, más allá de los conceptos, sensaciones, y recetas que ha aprendido y de lo que nos dice la tradición de música clásica occidental acerca de la experiencia del canto?

Vea el tráiler en español de La Familia Bélier aquíEscuche aquí la célebre canción Je vole (original de Michel Sardou, e interpretada por Louane Emera), que Paula canta en el concurso.

Vea el tráiler en español de Madame Marguerite aquí. Escuche a Florence Foster Jenkins, el personaje real que sirvió de inspiración para la historia de este filme, aquí.

Accese nuestra publicación “Cantar a partir de quiénes somos en nuestro cuerpo y en el mundo (Primera parte)” aquí.